Tras la reciente convención de IAGTO en Málaga este pasado 14 de mayo, he constatado la grata sorpresa de que muchas agencias y touroperadores han comenzado a implementar en sus portales campos de golf con tarifas dinámicas. Este es un paso significativo hacia la modernización de nuestra industria y una respuesta positiva a la creciente demanda de flexibilidad y personalización por parte de los consumidores.
Sin embargo, sigo encontrando resistencia en ciertos sectores que insisten en que el golf es un negocio tradicional y que las tarifas dinámicas no son efectivas, especialmente cuando se trata de crear paquetes de alojamiento y golf. Esta mentalidad conservadora no solo es sorprendente, sino también contraproducente para el crecimiento y la innovación de nuestra industria.
Es curioso observar que en el sector aéreo, nadie cuestiona la eficacia de las tarifas dinámicas. Nadie se atreve a decirle a una compañía aérea que ofrezca billetes de vuelo a una tarifa estática. De hecho, esta opción existe, pero los operadores toman el riesgo de llenar sí o sí los asientos. Con la permanencia de la tarificación estática, se limita el crecimiento del negocio. Si no que nos lo digan en estos años de bonanza, ¿qué hacemos para generar más ingresos si la ocupación es alta? ¿Construir otro campo de golf? ¿Construir otro hotel?
La implementación de tarifas dinámicas en los campos de golf ofrece múltiples beneficios:
Optimización de Ingresos: Ajusta los precios según la demanda y la ocupación permite maximizar los ingresos, especialmente en temporadas altas o eventos especiales.
Mejora de la Experiencia del Cliente: Los jugadores pueden encontrar precios que se ajusten a su presupuesto y disponibilidad, mejorando su satisfacción y fidelidad.
Eficiencia Operativa: se consigue una gestión más eficiente y productiva de las reservas y los recursos del campo de golf.
Es fundamental que los líderes de la industria del golf adopten una mentalidad abierta y estén dispuestos a innovar. La resistencia al cambio solo estanca el crecimiento y limita el potencial de mejora en la experiencia del cliente. Es momento de dejar atrás las percepciones anticuadas y reconocer las ventajas que este tipo de estrategia de tarificación generan a nuestros campos de golf y a la industria en general.
No deja de ser un buen momento para que el sector reflexione sobre este tema y considerar los beneficios a largo plazo de adoptar este tipo de gestión. La modernización no solo es inevitable, sino necesaria para mantenernos competitivos y relevantes en un mercado en constante evolución.