Realizando búsquedas en hemerotecas y herramientas de noticias online, todavía no he encontrado una publicación, ni un profesional, que dedique al menos unos párrafos a este tema.
El turismo es una actividad que puede modificar sustancialmente la estructura económica de cualquier país. Es uno de los principales generadores de desarrollo económico y social, sobre esta base se enfoca la generación de una planta hotelera. A partir de ahí vemos como en los últimos años la apertura de nuevos establecimientos se incluye en los planes de expansión de cadenas hoteleras e inversores privados. Aun así, los tiempos cambian, las personas adoptan nuevas formas de divertirse, relajarse y descansar, dejando atrás la simple administración y venta de habitaciones por propiedades.
Todos los que hemos tenido la suerte de vivir y experimentar el rápido desarrollo de la hostelería en destinos como la Costa del Sol, así como en muchos otros como Canarias o Baleares, hemos sido espectadores de la transformación del negocio a través de las estaciones turísticas o complejos turísticos (comúnmente designados con la palabra inglesa resort). A partir de este momento las habitaciones no serán el único punto de venta de este tipo de complejos, sino que a través de estrategias de sinergias entre los atractivos del destino se construye una nueva necesidad para una clientela que demanda una nueva forma de vivir. disfrute de sus estancias.
Aquí es donde entra en acción la industria del deporte. Aunque podríamos citar otros puntos de venta de estos complejos, centrándonos en esta industria, se ha convertido en uno de los mercados de mayor éxito en los últimos 20 años. Prueba de ello es la cantidad de complejos resort de golf que se han construido a lo largo de todo nuestro litoral e islas.
¿Por qué una relación simbiótica entre hoteles y campos de golf?
La propia palabra lo indica: «uno no puede vivir sin el otro». Sé que muchos de vosotros podréis decirme que esta afirmación es un tanto arriesgada, dada la amplia tipología de campos que podemos encontrar en el mercado: campos de golf privados, municipales, nacionales y comerciales, pero centrándonos en estos últimos con más fervor y dado Mi experiencia en todos ellos, sin duda estos están condenados a ir de la mano hacia un objetivo común, “sumar al resultado final”.
Originalmente, la construcción de hoteles fue precedida por la construcción de campos de golf, basándose en la demanda de un lugar de hospedaje para los clientes que acudían exclusivamente a utilizar sus instalaciones para disfrutar de sus beneficios. Generalmente este tipo de instalaciones deportivas no se construyen en núcleos urbanos o áreas metropolitanas cercanas a otros atractivos turísticos, por lo que el “core business” del hotel siguió siendo el cliente consumidor de golf.
Hasta hace muy pocos años, y ante la creciente demanda, la dinámica de construcción de este tipo de complejos ha cambiado de tal manera que el inicio no partía de la construcción de un hotel o un campo de golf, sino que las propiedades se optó por la estructura empresarial «golf resort». Un negocio en el que las líneas de ingresos y políticas comerciales giran en torno a las instalaciones de su complejo como principal oferta para su clientela, sin dejar de lado sus diferentes fuentes de ingresos.
¿Qué negocio genera el golf en la hostelería?
Principalmente esta industria genera el fin de cualquier negocio hotelero, la “venta de habitaciones”, aunque habría que recordar y enumerar las diferentes líneas de ingresos que desarrolla esta actividad en los hoteles que se construyen alrededor o que se integran dentro de un mismo complejo:
Grupos deportivos: Existen Tour Operadores Nacionales e Internacionales que se dedican exclusivamente a este tipo de turistas y que exhiben en sus portafolios productos de resorts de golf. Este tipo de operadores no tiene nada que ver con los operadores vacacionales que todos conocemos, es un mercado muy concreto, muy codiciado. Por este motivo, las propiedades contratan perfiles comerciales y operativos con experiencia y especializados en este segmento para la operación de sus instalaciones.
Reuniones y convenciones: Cientos de empresas de eventos eligen este tipo de complejos ante la demanda de sus clientes de incluirlos en sus programas. Las empresas de incentivos buscan alojar a sus clientes en lugares con un programa de actividades diferente al convencional. Es tan fácil como consultar el CRM, seguro que quedarás gratamente sorprendido.
Corporaciones profesionales: Aunque en muchas de ellas su código ético les prohíbe organizar sus reuniones anuales en complejos 5 estrellas, otras tienen la oportunidad de organizar convenciones en complejos que marcan la diferencia y que hacen sentir a sus clientes experiencias únicas en un negocio y ambiente de entretenimiento. grupo.
Coaching empresarial: El desarrollo de estas prácticas es cada vez más